viernes, 12 de junio de 2009

Hace 80 años nació Ana Frank, símbolo del Holocausto


Había soñado con ser escritora de adulta, y contra su voluntad se convirtió en una siendo adolescente. Con sus apuntes desde el escondite en el que se refugió su familia en Amsterdam, Ana Frank, que hoy 12 de junio habría cumplido 80 años, creó el diario más famoso del mundo.

Los pensamientos de esta joven judía sacudieron al mundo. Cuando la libreta a cuadros roja y blanca se publicó, ella ya estaba muerta. Murió a los 15 años de forma dolorosa, por tifus, en marzo de 1945 en el campo de concentración de Bergen-Belsen, pocas semanas antes de que fuera liberado por los Aliados.

Ana, nacida en 1929 como Annelies Marie Frank en Fráncfort, abandonó Alemania con sus padres tras la toma de poder de los nazis con sólo cinco años. Su padre, Otto Frank, erigió un nuevo negocio en Amsterdam, pero tras la ocupación alemana de Holanda en mayo de 1940, la vida de la familia de cuatro miembros se volvió muy peligrosa.

En julio de 1942 tuvieron que pasar a la clandestinidad, y se ocultaron en la "Achterhuis" (la casa de atrás) de su propia tienda de especias. Poco antes, Ana había recibido un diario como regalo por su cumpleaños número 13. "Espero que seas un gran apoyo para mí", escribe en su segunda aportación, dos días después de su cumpleaños.

En el libro, que ha vendido 75 millones de ejemplares en más de 60 idiomas, Ana Frank relata la difícil supervivencia de su familia en el escondite de la calle Prinsengracht 263. Viven allí ocho personas, con una familia amiga, en un espacio reducido, hasta que el 4 de agosto de 1944 son descubiertos por la policía. Hasta el día de hoy se desconoce quién los denunció a la Gestapo.

En 1947, el padre de Ana, el único que sobrevivió al Holocausto, publicó el diario, escrito en holandés. Y desde entonces Ana Frank es una figura simbólica de todas las víctimas del nazismo. Sus escritos son uno de los testimonios más importantes del genocidio de los judíos, pese a que en el diario no se incluye el horror y la destrucción de los campos de concentración.

La historia probablemente tuvo tanta repercusión en la propia Alemania porque se trata de un destino individual. "En el relato de una niña inocente se podía proyectar toda la compasión y arrepentimiento", afirma Anne Lehwald, del centro Ana Frank de Fráncfort. "Entonces la gente se sentía aliviada". A ello se sumó que en la primera edición de 1950 se borraron o cambiaron los pasajes en los que los alemanes no salen bien parados.

Las ediciones más modernas incluyen datos de lo que vivió Ana Frank en Auschwitz y otros campos, cuando ya no podía escribir su diario. Para los jóvenes el destino de la vivaz Ana es una buena forma de acercarse a la cada vez más lejana época del nacionalsocialismo.

El antiguo escondite, convertido en museo, es visitado en Amsterdam por medio millón de personas al año. El centro de Fráncfort, otro en Berlín y la Fundación Ana Frank de la capital holandesa se esfuerzan por crear una "cultura de la memoria". Con ayuda de exhibiciones se abordan a través del personaje temas actuales como el racismo, el antisemitismo, los prejuicios y las luchas civiles.

viernes, 5 de junio de 2009

Normandía se prepara para celebrar otro aniversario del "Día D"




Durante éste fin de semana, se cumplen 65 años del desembarco de Normandía, episodio clave de la derrota nazi en la II Guerra Mundial. También fue una de las operaciones militares más recreadas en la ficción.
La invasión de Normandía ocupa un rol destacado en la victoria de los aliados sobre los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, aunque para algunos historiadores los alemanes ya habían sido derrotados en la batalla de Stalingrado, en 1943.

Adolf Hitler, sin embargo, creía que el desembarco en esa región del noroeste de Francia se realizaría desde Inglaterra por el Paso de Calais, para abrir un "segundo frente" que apoyara el avance del Ejército Rojo soviético en el Este.

Los aliados habían creado un ejército fantasma desde Inglaterra al mando del controvertido general estadounidense George Patton, con tiendas de campaña vacías, camiones y tanques inflables de goma, mientras realizaban todo tipo de maniobras de contraespionaje para confundir a los nazis.

Sin embargo, el 6 de junio de 1944, las tropas al mando del general Dwight Eisenhower invadieron Normandía, iniciando lo que se conoce como el "Día D", una batalla que para Estados Unidos se debía ganar a cualquier precio, porque de su resultado dependía el triunfo final sobre el nazismo en la Segunda Guerra Mundial.

En su libro Historia del Siglo XX, el historiador británico Eric J. Hobsbawm señala que "desde la batalla de Stalingrado -donde los ejércitos alemanes fueron contenidos- todo el mundo sabía que la derrota de Alemania era cuestión de tiempo, y señala que el triunfo sobre Hitler "fue esencialmente obra (no podría haber sido de otro modo) del Ejército Rojo.

Sin embargo, aquella operación militar realizada hace 65 años, en la que participaron doce países aliados, sigue siendo considerada la más grande operación naval de la historia.

En el desembarco tomaron parte varios intelectuales y artistas, como el escritor norteamericano Ernest Hemingway y el célebre fotógrafo húngaro Robert Capa, quien ganó notoriedad al igual que el autor de "El Viejo y el Mar" en la Guerra Civil Española (1936-1939).

La fotos de Capa, quien fue condecorado con la Medalla de la Libertad por el general Eisenhower, sirvieron luego para filmar la película "Rescatando al Soldado Ryan", del director norteamericano Steven Spielberg.

La batalla de Normandía, en cuyo desembarco participaron 156.000 soldados, en su mayoría británicos, canadienses y estadounidenses, fue denominada en clave Operación Overload, aunque las fuerzas alemanas estaban al tanto de la intención aliada, y por lo tanto trataron de rechazar la incursión en cinco puntos.

Las fuerzas estadounidenses desembarcaron en las playas llamadas en clave Utah y Omaha, donde se libraron los más duros combates, en tanto los británicos invadieron Gold, Juno y Sword, esta última con la ayuda de las fuerzas canadienses.

Los preparativos para la invasión, sin embargo, empezaron meses antes, cuando los aliados bombardearon las costas de Normandía y más al sur del continente, destruyendo las cadenas de transporte e interrumpiendo la construcción de las defensas del ejército alemán.

Se estima que más de 300 aviones lanzaron unas 13.000 bombas sobre Normandía, mientras seis regimientos de paracaidistas con más de 12.000 hombres también cruzaron las líneas enemigas, destruyendo puentes, cortando las líneas ferroviarias y capturando territorio ocupado por los nazis. La supremacía aérea impidió que Hitler enviara refuerzos.

La invasión aportó también piezas ligeras de artillería, jeeps y pequeños tanques, y gracias a esta operación el general Eisenhower pudo combatir contra una fuerza de tal magnitud y peligro nunca antes enfrentadas, ya que desde 1688 que no se registraba una invasión armada por el Canal de la Mancha.

Según el sitio Oregon Coast Magazine online, al anochecer del 6 de junio más que 9.000 soldados aliados habían muerto o estaban heridos, aunque más de 100.000 habían logrado desembarcar en Normandía, y un día más tarde 326.000 soldados, 35.000 vehículos y 105.000 toneladas de víveres fueron lanzados en las costas francesas.

El 30 de junio de 1944, los aliados establecieron una firme posición en dicha región del norte de Francia, mientras se aprestaban a cruzar el río Sena el 19 de agosto de dicho año, gracias un gran trabajo de inteligencia a través de la criptografía puesta en marcha por el Reino Unido, cuyo papel fue vital durante la invasión.

Aunque no existen cifras oficiales, se estima que en el llamado "Día D" murieron o resultaron heridos unos 209.000 soldados aliados y 200.000 alemanes, mientras que fueron capturados alrededor de 200.000 efectivos del ejército de Hitler. También fallecieron unos 15.000 civiles franceses durante la operación.

Para julio de 1944, alrededor de un millón de tropas aliadas, la mayoría estadounidenses, británicas y canadienses, habían llegado a Normandía, y se estima que durante toda la invasión los aliados reunieron unos tres millones de hombres y acumularon 16 millones de toneladas de armas, municiones y víveres.

Según distintos historiadores, el objetivo de la invasión era destruir la mayoría de las bases alemanas en el norte de Francia, mientras se intensificaban los bombardeos sobre las principales ciudades alemanes.

El resultado fue ampliamente satisfactorio, ya que los alemanes sospechaban desde 1941 que podía producirse un desembarco aliado en la costa atlántica francesa, por lo que Hitler había ordenado que se fortaleciera dicha zona.

El líder ruso Josef Stalin reclamaba a los aliados la apertura del "segundo frente" en Europa para aliviar la situación de la Unión Soviética, cuyo Ejército Rojo avanzaba airoso sobre los alemanes que ya habían sido derrotados en Africa y en gran parte de Italia.
La Operación Overlord, que fue postergada un día a causa del mal tiempo, concluyó con la liberación de París, el 25 de agosto de 1944.

jueves, 4 de junio de 2009

Se agudiza la tensión en el lejano oriente. La paz mundial en la encrucijada




Recientemente se informó en los medios internacionales sobre pruebas atómicas subterráneas e ilegales, realizadas en Corea del Norte, con la explosión de Bombas Nucleares equivalentes a 20 Kilotones de potencia destructiva, muy parecidas a las utilizadas en Hiroshima y Nagasaki en Agosto de 1945 para poner fín a la tragedia de la Segunda Guerra Mundial. En este video, aparecido recientemente en The History Channel, observamos la explosión y los daños colaterales de un proyectil atómico de 15 Kilotones disparado con un obús de 280 mm, probado por el ejército norteamericano en el desierto de Nevada durante el año de 1953. Pavoroso recorderis de la indiscriminada carrera armamentísta del mundo, en el camino de su propia destrucción.

El máximo tribunal de Corea del Norte inició hoy el juicio de dos periodistas estadounidenses detenidas hace casi tres meses en su frontera norte acusadas de "actos hostiles", sin que haya traslucido por ahora ningún detalle del proceso. Euna Lee y Laura Ling, ambas de origen asiático y que trabajan para el medio de internet de San Francisco (EEUU) Current TV, fueron detenidas el 17 de marzo en la frontera con China mientras grababan unas imágenes sobre el tráfico de mujeres refugiadas norcoreanas.

Ambas se enfrentan, conforme a las leyes norcoreanas, a una condena de hasta diez años de trabajos forzados por los cargos de "actos hostiles" y "entrada ilegal", aunque expertos surcoreanos aventuran que serán liberadas al término del proceso que se desarrolla en la capital norcoreana.

Corea del Norte informó hoy escuetamente en un despacho de la agencia oficial KCNA de que su juicio comenzaría a las tres de la tarde hora local (06.00 GMT), pero el opaco Estado estalinista no volvió a revelar informaciones al respecto durante toda la jornada.

La diplomacia estadounidense no ha tenido acceso a las dos mujeres desde que fueron detenidas y tan sólo el embajador de Suecia en Pyongyang, uno de los pocos países con legación en el hermético Estado, ha podido visitarlas.

Se cree que las acusadas están asistidas en el juicio por un abogado defensor norcoreano y que, conforme al procedimiento en el régimen comunista, no tendrán derecho a apelar la decisión del alto tribunal.

El día de su detención, Lee y Ling viajaron junto con un guía chino y un cámara a la frontera natural del río Duman que separa China y Corea del Norte para tomar imágenes en un lugar desde donde se podía observar Corea del Norte.

Aunque no se sabe mucho de lo sucedido, Corea del Norte alega que entraron ilegalmente en su territorio, aunque los dos hombres que las acompañaban consiguieron escapar.

La dos periodistas fueron trasladadas poco después a Pyongyang donde han permanecido detenidas en una situación que ellas mismas describieron a sus familiares por teléfono como "aterradora".

Su detención fue anunciada públicamente el 31 de marzo, una semana antes del lanzamiento de un cohete de largo alcance que supuso a Pyongyang una condena del Consejo de Seguridad de la ONU.

Desde entonces, Corea del Norte ha tomado una postura más desafiante hacia EEUU y sus aliados y se teme que pueda utilizar el caso de las periodistas como instrumento para dialogar con el ensayo nuclear del pasado 25 de mayo sobre la mesa.

El presidente surcoreano, Lee Myung-bak, advirtió hoy a Pyongyang de que no ganará nada con sus provocaciones y que el Consejo de Seguridad le mandará un mensaje claro con una nueva resolución para que "deje comportarse de esa manera", informó la agencia Yonhap.

El medio para el que trabajan, Current TV, sus familiares y propio Departamento de Estado de EEUU han sido prudentes en sus declaraciones sobre la detención y procesamiento de las periodistas para no irritar al régimen comunista.

Sus familias piden una rápida liberación ya que Ling sufre una úlcera y necesita tratamiento y Lee tiene una hija de cuatro años.

La justicia norcoreana ha cambiado poco desde el nacimiento de la nación comunista en 1948 y los informes de Human Right Watch todavía hablan de torturas, ejecuciones sumarias y prisiones donde se realizan trabajos forzados y se cree que hay cientos de miles de personas.

El caso de Lee y Ling podría alargarse más que otros precedentes, lo que podría deberse a la actual tensión en la península coreana y al aparente proceso de sucesión del régimen de Kim Jong-il.

Anteriormente, el gobernador de Nuevo México, el demócrata Bill Richardson, necesitó tres meses de negociaciones para conseguir la liberación de un estadounidense en 1996 y en 1994 ya participó en conversaciones para liberar, tras dos semanas, a un piloto que cayó en territorio norcoreano.